Un tipo de cambio fijo es cuando un país vincula el valor de su moneda a otra moneda. Este sistema es diferente de un tipo de cambio flotante, donde las fuerzas del mercado determinan el valor de una moneda.
En esta guía, cubriremos todo lo que necesitas saber sobre los tipos de cambio fijos en el mercado de divisas. Explicaremos cómo funcionan, qué sucede cuando fallan y cómo operar con ellos de manera efectiva.
El sistema de tipo de cambio fijo depende del banco central de un país. Establece y defiende la paridad monetaria.
El banco central actúa como un gran comprador y vendedor en el mercado de divisas. Está dispuesto a intercambiar su moneda al precio establecido para mantener la estabilidad.
Esta presencia constante hace que el anclaje sea creíble para los mercados y comerciantes internacionales.
Para mantener estable el tipo de cambio, el banco central debe intervenir cuando sea necesario. Esto requiere un equilibrio cuidadoso.
Establecimiento del Valor Nominal: El gobierno primero anuncia la tasa de cambio fija oficial. Por ejemplo, el Riyal saudí está fijado en aproximadamente 3.75 riyales por 1 dólar estadounidense. Este se convierte en el precio objetivo.
Defensa contra la debilidad: Si las fuerzas del mercado empujan la moneda por debajo de la paridad, el banco central interviene. Compra su propia moneda utilizando sus reservas extranjeras. Esto aumenta la demanda y hace subir el precio nuevamente.
Frenar el exceso de fortaleza: Si la moneda se eleva por encima de la paridad, el banco central hace lo contrario. Vende su propia moneda para aumentar la oferta y compra moneda extranjera. Esto hace que el precio vuelva a bajar al objetivo.
Un gran volumen de reservas extranjeras le da a un banco central el poder de defender su tipo de cambio fijo. Sin suficientes reservas, la promesa de mantener una tasa fija es vacía.
Estas reservas, generalmente mantenidas en dólares o euros, permiten al banco central comprar su propia moneda cuando sea necesario. Países como China y Arabia Saudita tienen algunas de las mayores reservas extranjeras del mundo. Esto demuestra su compromiso con su política monetaria.
Elegir entre tipos de cambio fijos y flotantes es una decisión económica importante. Esta elección afecta la economía de un país y el comportamiento de su moneda.
| Característica | Tipo de Cambio Fijo | Tipo de cambio flotante |
|---|---|---|
| Determinación de Valor | Establecido por el Gobierno / Banco Central | Determinado por la oferta y la demanda del mercado |
| Muy Bajo / Estable | Puede ser Alto / Fluctúa libremente | |
| Certidumbre para los Negocios | Alto (costos e ingresos predecibles) | Bajo (el riesgo cambiario debe gestionarse) |
| Intervención del Banco Central | Constante y Necesario | Poco frecuente / Opcional (por ejemplo, para suavizar la volatilidad) |
| Autonomía de la Política Monetaria | Limitado (debe soportar la clavija) | Independiente (puede establecer tasas de interés libremente) |
| Vulnerabilidad | Propenso a ataques especulativos | Se ajusta automáticamente a los shocks económicos |
Utilizar un tipo de cambio fijo significa intercambiar estabilidad por flexibilidad. Esta elección conlleva beneficios claros y riesgos importantes.
Los principales beneficios de una moneda vinculada crean un entorno estable y predecible.
Certidumbre y Riesgo Reducido: Esto ayuda al comercio y la inversión internacional. Las empresas pueden predecir costos e ingresos sin preocuparse por las fluctuaciones monetarias.
Control de la inflación: Un país con alta inflación puede "tomar prestada" la disciplina de una moneda estable como el dólar estadounidense. Al vincularse a ella, el país sigue la política monetaria del país ancla, lo que puede ayudar a controlar los precios.
Promoción del Comercio: Las tasas de cambio estables facilitan los negocios transfronterizos. Eliminan una gran incertidumbre de la planificación empresarial, haciendo que un país sea más atractivo para el comercio y la inversión.
La estabilidad de una paridad cambiaria tiene un alto costo y puede generar riesgos significativos.
Pérdida de autonomía monetaria: Este es el mayor inconveniente. Un banco central con una moneda vinculada no puede utilizar libremente las tasas de interés para gestionar su economía. Si el país enfrenta una recesión, podría querer reducir las tasas para estimular el crecimiento. Pero si esto debilitaría la moneda y amenazaría la paridad, el banco central no puede hacerlo.
Vulnerabilidad a Ataques Especulativos: Si los operadores creen que una paridad está sobrevalorada, podrían atacarla. Lo hacen vendiendo grandes cantidades de la moneda vinculada, apostando a que el banco central se quedará sin reservas y tendrá que devaluar.
Potencial de choques violentos: Si bien una moneda vinculada suele ser estable, su fracaso rara vez es gradual. Cuando se rompe la paridad, generalmente ocurre de manera repentina y violenta. La presión acumulada se libera de una vez, provocando movimientos bruscos en la moneda que pueden generar grandes pérdidas.
Para los operadores de forex, una moneda vinculada crea un mercado único con oportunidades y riesgos específicos. Saber cómo navegarlo demuestra habilidad en el trading.
La estabilidad de una moneda fijada puede utilizarse estratégicamente, si se respetan los riesgos.